sábado, 31 de enero de 2015

Asesinato a la creatividad.

Nadie me lo preguntó, nadie me dijo si quería estar aquí.
¿Libertad? Y una mierda.

Estoy aquí, pensando en lo que podría estar haciendo allá. Aprendo inútilmente cosas que luego olvidaré. Y os preguntaréis, ¿para qué, entonces? No lo sé, "solo hazlo y calla y la vida te irá mejor", dicen.
¿Por qué? No quiero, no me siento bien aquí. La vida es larga, aburrida y monótona. Pero no te puedes quejar, no. Bueno, lo puedes intentar, pero te harán callar. 
La belleza no está aquí, está allá. Sin embargo, yo estoy aquí y no allá. Aquí, donde no debería estar. Aquí, donde deberían "fomentar mi imaginación". Pero no lo hacen, no lo saben hacer. Algunos, de vez en cuando, lo hacen, pero no se quedan mucho, se van y no los vuelves a ver jamás. Lástima, era lo único que hacía ésto un poco más aguantable.
No puedo realizarme, me retienen, me encierran, no me quieren. 
Sin embargo, yo estoy aquí, no allá.



Córtale las alas al pájaro, y el pájaro caerá.

Me consumo poco a poco.


Me chupan la energía, la diversión, la magia... En definitiva; la vida.
Me consumo poco a poco, sin que nadie parezca darse cuenta. 
Sin nadie con quien jugar, sin nadie con quien divertirme.
Con el que pasar horas y horas sin preocuparse.

Uno se va marchitando de tanto desuso.
Acumulo polvo y me voy yendo.
Me sumerjo en la oscuridad.
Yo, el de antes.
Yo, el niño.
Yo.



sábado, 6 de diciembre de 2014

Ven.

-Ven. Acércate. No te haré nada, te lo prometo.

-Mentira.

-Eres lista. De acuerdo, no vengas si no quieres, pero debes saber que si vienes tendrás todo lo que quieras, todo aquello que has deseado siempre, todo con lo que has soñado...

-¿Todo?

-Todo. Absolutamente todo. Ven, y podrás disfrutar de todo eso. Ven, y te haré princesa, princesa de lo que quieras. Tendrás súbditos, gente que hará lo que tú quieras, gente a tus órdenes. Ven y te enseñaré aquello que nadie nunca te ha enseñado. Te enseñaré a gobernar, a mandar, a reinar. Te enseñaré a estar por encima de los demás, a ser mejor, a sentirte mejor. Te enseñaré a ir subiendo hasta arribar a arriba del todo, y continuar allá. Nada ni nadie estará por encima tuyo, serás reina de todo lo que te rodea. ¿No te gustaría? Hacer lo que quieras cuando quieras, porque sí, sin tener que dar explicaciones a nadie. Sentirte mágica, sentir que puedes con todo, que nada no te puede parar. Sentir que ninguna cosa podrá hundirte jamás, es una sensación increíble...
Ven y tendrás todo ésto.

-Quiero más.

-¿Quieres más? Entonces tendrás más, únicamente has de venir...

-Está bien, voy.

-Haces bien, pequeña. Cógeme la mano, ven.



"La mejor manera de librarse de la tentación es caer en ella." 
(Oscar Wilde)

sábado, 15 de noviembre de 2014

La noche.

Paseaba. Paseaba pensando. A veces le gustaría no pensar tanto, pero no lo podía impedir. Pensaba demasiado.
Paseaba despacio, quería saborear cada segundo de esa noche. Paseaba y recordaba. Recordaba viejos momentos.... Lástima que todo hubiera acabado. Ahora se sentía solo, pero no le molestaba. Todos, absolutamente todos, se habían ido. No literalmente, aún seguían ahí, pero sin darse cuenta.

Todos tenían algo que hacer... No lo entendía, ¿por qué? ¿Qué necesidad tenía la gente de hacer cosas? Cosas y más cosas, cosas todo el día... ¿Se habían parado a pensar alguna vez si de verdad les apetecía hacer lo que estaban haciendo? No lo creía.
¿Qué necesidad tenían de organizarlo todo? Con lo bonito que es salir a la calle sin saber qué hacer. Dar un paseo por la noche sin rumbo alguno, pararte en una cafetería a tomarte algo... Observar las estrellas sin saber qué nombre tienen... Porque, ¿para qué ponerles nombres? ¿Por qué no simplemente admirar su belleza?
Tampoco entendía la manía de algunos hombres de explicar el por qué de todo. ¿Por qué darle sentido a la vida? ¿Por qué no únicamente disfrutarla? ¿Para qué querer saber por qué, cómo y dónde nace una flor? ¿Por qué no simplemente observar lo bonita que es? Que extraña era la gente...

Y allí estaba él, diferente e indiferente al mundo; una vez más, pensando. Pensando que ya no quedaba gente como él, pensando en lo preciosa que podría ser la vida sin que la gente tuviera cosas que hacer, pensando si, alguna vez, el mundo sabría aprender.




Y allí estaban él, él y la noche, la única que escuchaba y comprendía.


lunes, 28 de julio de 2014

Dulce venganza.

¿Tienes miedo? ¿Lo tienes? Sí, ¿verdad? Ahora que el sol se va y ahora que la luna vuelve, ahora que la oscuridad te ciega, que las luciérnagas se apagan y que las estrellan no brillan. Ahora, al fin, tienes miedo.

Ahora es mi momento. Tantos años ocultándome, tantos años huyendo, pero mereció la pena esperar. Ahora por fin me toca. Aquéllo a los que más temes, aquéllo a lo que siempre le has tenido miedo, está ahora de mi parte. Listos para derrotarte.

¿Venganza? Sí, podríamos llamarlo así. Hacerte pagar todo lo que me hiciste. ¿Pensabas que hacías el bien? Te equivocabas. Nadie hace el bien ni el mal, todos miramos por nosotros mismos. Es más, ni siquiera existen el bien y el mal, únicamente son producto de nuestra tozudez, de querer tener explicaciones para todo. 
"¿Ha herido a alguien? ¿Le ha hecho sentir mal? Es malo." No, puede que el otro le hubiera dado razones suficientes para hacerle daño. No pensáis en eso, ¿verdad? Otro error.

Observa la poca luz que queda, es la última vez que la verás. 

Ahora tienes lo que te mereces. Vas a hacer todo lo que yo quiera, vas a decirme todo lo que desee escuchar, sino, ya puedes empezar a rezar a aquéllo a lo que llamáis Dios.

¿Qué soy malvado? No hija no, soy vengativo. 



Porque en la venganza el más débil es siempre el más feroz. (Anónimo)