Me chupan la energía, la diversión, la magia... En definitiva; la vida.
Me consumo poco a poco, sin que nadie parezca darse cuenta.
Sin nadie con quien jugar, sin nadie con quien divertirme.
Con el que pasar horas y horas sin preocuparse.
Uno se va marchitando de tanto desuso.
Acumulo polvo y me voy yendo.
Me sumerjo en la oscuridad.
Yo, el de antes.
Yo, el niño.
Yo.
Yo.
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