lunes, 27 de enero de 2014

Pesadilla infernal.

Hace calor. Mucho calor. No puedo respirar. El humo lo tapa todo, me asfixia. Me voy consumiendo poco a poco, no puedo más. 

No recuerdo como empezó. Una llama, luego una columna de humo y después esta pesadilla infernal. 

Un aire ardiente me recorre todo el cuerpo. Se clava en mi como un puñal. Quema, quema mucho. No puedo escapar. No sé que hacer, me queda poco tiempo. Busco agua, un indicio de algo frío y húmedo, pero no encuentro nada. La desesperación se va apoderando de mi, me siento perdida, desorientada.

El calor va nublando mis sentidos poco a poco. Me quema la piel. Me incendia el corazón. Me va venciendo lentamente.

Oigo una voz, una voz familiar. Intento adivinar de dónde procede. Sí, ahí esta. Distingo una silueta entre toda esta humareda. La veo, intento llegar hasta ella, intento alcanzarla. Pero los pies me arden, y siento que no seré capaz de llegar.

De repente me caigo. Ya todo está perdido. El dolor se va apoderando de mi. Las pocas defensas que me quedan luchan por mantenerme viva, pero siento que la muerte ya me vigila de cerca. 

















El diablo la ha enviado para tomarme... al fin.

No hay comentarios:

Publicar un comentario