miércoles, 18 de junio de 2014

Corren.

Corría. O más bien dicho, huía. Huía de las penas, de las pesadillas, de las tristezas. Huía de la vida, de su vida. Una vida que empezó bien, pero que, al final, se acabó pudriendo.
En los últimos años, todo había ido a peor. Incluso antes de que pasara, ja se lo olía, no se podía tener tanta suerte. Suerte que la había acompañado desde pequeño, pero que ahora, la había abandonado.

Pero claro, todos tenían razón, todo menos ella, no era culpa de nadie, únicamente suya. Todo fue culpa del no hablar, del querer aguantárselo dentro, sin decir ni media palabra, ni tan solo un simple sonido. En ese momento no pensaba que podría afectarle en un futuro. Pobre criatura, pobre inocente criatura. Desconocía el poder de las palabras.
Y todo sucedió tan rápido, tan rápido, que ni ella misma se dio cuenta de lo que pasó.
Tenia sueños, tenia esperanzas.
Lo dio todo para conseguirlo, absolutamente todo, y ahora, lo había perdido todo, absolutamente todo.


"Corren,  corren pels carrers corren,
paraules que no s'esborren,
imatges que no se'n van." 
(Corren, de Gossos)

De repente, todos sus sueños se transformaron en pesadillas.

No es tan fácil huir de los recuerdos...


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