PARTE 3: LOS AMIGOS
-¿Ya se lo has dicho?
+Sí, ¿y tu?
-Sí.
+Entonces ya está, ahora hay que esperar a que se junten y se lo digan.
-Ella no estaba muy animada, no sé si será capaz de decírselo.
+Él tampoco, pero creo que le he animado bastante.
-Esperemos que se lo digan...
+Teníamos que hacer algo, no podían estar así. Amarse mutuamente y sin saberlo. Es un sufrimiento.
-Dímelo a mi.
+¿Porqué lo dices?
-Porque me gusta alguien, pero no sé si a él le gusto yo.
+Entonces díselo, ¿hemos estado aconsejando a esos dos y ahora no eres capaz de hacerlo tú?
-¿Enserio piensas que se lo tengo que decir?
+¿Qué le has dicho a ella?
-Que lo haga.
+Pues tú también deberías.
-¿A ti te gusta alguien?
+Sí.
-¿Y quién es?
+Lo sabes perfectamente.
-¿Cómo?
(El amigo de él besó al amigo de ella suavemente, fundiéndose lentamente en sus labios. Al acabar dirigieron la mirada lentamente y sonriendo hacia dos siluetas sentadas en un banco de más allá.)
No hay comentarios:
Publicar un comentario