jueves, 22 de agosto de 2013

Un beso con sabor a amor

PARTE 1: ÉL

+¿Ya se lo has preguntado?
-No, aún no.
+¿Y a qué esperas?
-No lo sé.
+Pues si tardas más la perderás, ¿lo sabes no?
-Sí.
+Entonces, ¿se lo vas a preguntas?
-Puede.
+Venga va tío, sabes que se va mañana, como no se lo digas hoy ya no se lo podrás decir.
-Tengo miedo.
+¿De qué?
-De qué diga que no.
+Ese es un riesgo que hay que asumir. Además, no tienes nada que perder, si dice que no ya no la verás más.
-Ya...
+¿Porqué la quieres verdad?
-Sí
+¿Cuánto?
-Demasiado.
+Pues tienes que pelar por ella, para tenerla por fin.
-Pelearía por defenderla, hasta la muerte si es preciso. Pero no por tenerla, para poseerla como si fuese un objeto, una posesión mía. Esa es una actitud muy humana, pero aún no he caído tan bajo.
+Esta bien. Entonces no puedes dejar escaparla. Has luchado mucho por ella y no quiero que la pierdas. Hay que asumir muchos riesgos en esta vida, hay que lanzarse al vacío sin saber si en el fondo habrá agua o no. Si hay, habrás tenido suerte, si no hay, morirás. Pero morirás sabiendo que luchaste por lo que quisiste y que si esta vida no te ha dejado tener lo que quieres, será por algo.
-Bien, si eso es lo que hay que hacer, lo haré.

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